jueves, 22 de agosto de 2013

Cenas de verano: Ajoblanco

Blog biznagas malagueñas
Aprovechando que estos días se celebra la feria de Málaga, vamos a hablar del Ajoblanco Malagueño. Como con todas las recetas populares, el origen es algo incierto, reivindicándose su originalidad a lo largo y ancho de Andalucía e incluso Extremadura con ligeras variantes – acompañamientos, texturas, etc.
Como decimos, aprovechando la coyuntura de la feria en la capital de la Costa del Sol, hablaremos sobre la variante malagueña, ligeramente más suave y refrescante que otras. 

Para la preparación de un litro necesitaremos: Un par de dientes de ajo, 100 gr. de almendra sin tostar, 1 litro de agua fresca, una miga de pan, 100 ml. de buen aceite de oliva virgen extra (que sea bueno), 30 ml. de vinagre de vino blanco, una pizca de sal.

Para esta variedad necesitaríamos también uvas – preferiblemente moscatel-; aunque se pueden utilizar otras frutas como pera o manzana.

La preparación es bastante sencilla. Hervimos ligeramente las almendras para poder pelarlas con mayor facilidad. Una vez peladas, se majan junto con los ajos en un mortero, aunque los más modernos pueden hacerlo con la Thermomix.

En esta mezcla echamos también una pizca de sal (posteriormente se podrá corregir). Una vez majados ajos y almendras, echamos la miga de pan ligeramente humeda para crear una especie de masa a la que añadiremos poco a poco el aceite para que ligue. Una vez terminado este paso podremos añadir el vinagre y el agua bien fría.

En la fuente en la que se sirve el ajoblanco se suelen echar las uvas, todo bien frío. Es una receta muy recomendable para estas noches de verano calurosas ya que supone una cena refrescante, sana y ligera.

¡Truco! Deja el ajoblanco hecho un par de horas antes de su consumición en la nevera, para que esté lo más fresquito posible. Y no olvides remover bien antes de tomarlo, al igual que el gazpacho, si se deja reposar, el agua se separa del resto de ingredientes.

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