miércoles, 28 de agosto de 2013

Tortazos a precio de tomate

Un año más Buñol se prepara para su fiesta más internacional: La Tomatina. 

El tomate tiene grandes
propiedades para la salud. Este alimento, considerado a la vez fruta y hortaliza, proporciona un gran número de antioxidantes. Además de todo esto es una rica fuente de vitaminas y minerales, y ejerce un efecto protector contra las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, en esta famosa fiesta los beneficios son muy diferentes. La diversión es el principal propiedad y para aquellos que sufren de estrés postvacacional, la mejor manera de combatirlo.

Cuenta la leyenda que todo comenzó en el año 1945, cuando unos jóvenes disfrutaban en la plaza del pueblo del desfile de gigantes y cabezudos en las fiestas. Al querer unirse al desfile hicieron caer a uno de los participantes. Éste, enfurecido, comenzó a golpear todo lo que encontraba, a su paso se encontró con un puesto de verduras que fue víctima de la multitud agitada que comenzó a tirarse tomates de unos a otros hasta que las fuerzas del orden detuvieron la batalla.

Año siguiente, los jóvenes decidieron llevar los tomates de su casa y comenzar la tradición. La Tomatina fue prohibida en los años 50, pero gracias a la petición del pueblo volvió a permitirse, uniéndose más y más gente y haciéndose más intensa. Sin embargo, esta fiesta popular no se hizo famosa hasta que en 1983 Televisión Española hiciese un reportaje sobre la misma. Desde el 2002 fue declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional por la Secretaría General de Turismo. 

Algunos comparan esta fiesta con los San Fermines de Pamplona, en cuanto a diversión y masa multitudinaria, es por ello que este año se ha limitado el aforo para evitar incidentes que puedan empañar una fiesta en la que el único objetivo es divertirse y lanzar tomates hasta quedarse sin aliento de la risa. 

jueves, 22 de agosto de 2013

Cenas de verano: Ajoblanco

Blog biznagas malagueñas
Aprovechando que estos días se celebra la feria de Málaga, vamos a hablar del Ajoblanco Malagueño. Como con todas las recetas populares, el origen es algo incierto, reivindicándose su originalidad a lo largo y ancho de Andalucía e incluso Extremadura con ligeras variantes – acompañamientos, texturas, etc.
Como decimos, aprovechando la coyuntura de la feria en la capital de la Costa del Sol, hablaremos sobre la variante malagueña, ligeramente más suave y refrescante que otras. 

Para la preparación de un litro necesitaremos: Un par de dientes de ajo, 100 gr. de almendra sin tostar, 1 litro de agua fresca, una miga de pan, 100 ml. de buen aceite de oliva virgen extra (que sea bueno), 30 ml. de vinagre de vino blanco, una pizca de sal.

Para esta variedad necesitaríamos también uvas – preferiblemente moscatel-; aunque se pueden utilizar otras frutas como pera o manzana.

La preparación es bastante sencilla. Hervimos ligeramente las almendras para poder pelarlas con mayor facilidad. Una vez peladas, se majan junto con los ajos en un mortero, aunque los más modernos pueden hacerlo con la Thermomix.

En esta mezcla echamos también una pizca de sal (posteriormente se podrá corregir). Una vez majados ajos y almendras, echamos la miga de pan ligeramente humeda para crear una especie de masa a la que añadiremos poco a poco el aceite para que ligue. Una vez terminado este paso podremos añadir el vinagre y el agua bien fría.

En la fuente en la que se sirve el ajoblanco se suelen echar las uvas, todo bien frío. Es una receta muy recomendable para estas noches de verano calurosas ya que supone una cena refrescante, sana y ligera.

¡Truco! Deja el ajoblanco hecho un par de horas antes de su consumición en la nevera, para que esté lo más fresquito posible. Y no olvides remover bien antes de tomarlo, al igual que el gazpacho, si se deja reposar, el agua se separa del resto de ingredientes.

miércoles, 14 de agosto de 2013

En busca del Gin Tonic perfecto


Definitivamente el gin-tonic se ha proclamado como la bebida de moda. En torno a esta bebida se ha creado un mundo de posibilidades y experiencias.

Este tipo de bebida es elegida debe ser saboreada tranquilamente. Por ello muchos aficionados se han atrevido a aventurarse a crear sus propios combinados en casa en busca del gin-tonic perfecto. 

Hemos recogido unos cuantos consejos que os pueden ayudar a perfeccionar vuestra creación. El veredicto final será cosa de vuestros invitados.

 El vaso donde vamos a disfrutar del gin-tonic debe de tener la 'Boca' grande para poder aprecias los aromas. En primer lugar vamos a colocar los hielos para enfriar la copa. Una vez apreciemos que la copa está a la temperatura correcta (podemos apreciar que la copa se empieza a empañar) comenzaremos a realizar el resto de la mezcla. Recomendamos tener siempre el hielo aislado de otros alimentos puesto que debido al frío del congelador es capaz de mezclar los aromas que después se transmitirán a nuestro gin-tonic. Este es un elemento que nos puede dar mucho juego si somos nosotros los que creamos los cubitos de hielo. Cuando todavía están en estado líquido podemos introducir hierbas aromáticas para darles un toque único de sabor.

Gracias a la fama que está teniendo esta bebida, muchas empresas están innovando y creando nuevas variedades de gin-tonics y métodos para intensificar su sabor y la experiencia en el paladar. Así se han creado muchos sparys aromatizados con una gran diversidad de aromas.

Como sabéis los aderezos que acompañan al gin-tonic están directamente relacionados con el tipo de ginebra que usamos así, por ejemplo, si utilizamos Bombay Saphire lo acompañaremos de lima, Beefeater con limones o naranjas o Tanqueray con piel limón, piel pomelo y piel naranja. 


El truco: la cuchara enredada: este tipo de cuchara se utiliza para mitifar la pérdida de burbuja que podría producirse al verterse.


Con estos pequeños consejos y un toque de creatividad e imaginación ya podéis un gin-tonic que tenga un toque personal y único. ¡Vive la experiencia Gin!

martes, 6 de agosto de 2013

4 suculentas y frescas recetas para el verano


Ensalada de pimientos asados y sardinas
Con unos pocos ingredientes y en muy poquito tiempo es posible preparar este plato fresco y sabroso.
El pimiento rojo asado y pelado y las sardinas son los elementos estrellas que se acompañan con un buen chorro de aceite virgen extra, vinagre, cebolleta y perejil fresco espolvoreados para adornar.
 
Ensalada de pasta con tomate, atún, aceitunas y orégano
Esta ensalada es de las más gustosas y su preparación de las más sencillas.
El formato de pasta más recomendado por este plato es el spaghetti o el tallarín. Una vez hervida durante el tiempo de cocción indicado, hay que dejarla enfriar. Una vez fría, verter la pasta en un cuenco en el que, precedentemente se habrán preparado atún en lata desmenuzado, aceitunas negras cortadas a la mitad (o verdes, según el gusto), y unos tomatitos cherry pasados por sartén.
Añadir un buen chorro de aceite y espolvorear con orégano a placer.
Ensalada de arroz y lentejas

Hervir arroz y lentejas y verterlos en una ensaladera. Picar cebolla y pimientos rojos y verdes a dados pequeños y mezclar el todo añadiendo una pizca de sal.
Podemos servir la ensalada en un plato y disponer unos tomates cherry lavados alrededor. Como aliño es posible utilizar aceite virgen extra de oliva o preparar una vinagreta con una cucharada de mostaza, una de miel, otra de vinagre y un chorrito de aceite.

Ensalada de calabacín y garbanzos

Cocinar el calabacín precedentemente cortado en rodajas de unos 8mm a la plancha. En una ensaladera mezclamos los garbanzos, queso feta desmenuzado, cebolla, tomates, cilantro, zumo de limón, un toque de comino y aceite virgen extra de oliva. Servimos con el calabacín dispuesto alrededor del plato y  la ensalada de garbanzos en el centro. Por encima esparcimos vinagreta hecha con una cucharada de vinagre blanco, ½ diente de ajo, 20 gr de pistachos, 2 cucharadas de aceite de oliva y ½ cucharada de agua.